Lo leí hace tiempo ya y con mucha prisa porque tenía otros dos libros esperándome impacientes.
Vaya por delante que no estoy muy segura de este 8 que le he adjudicado. El libro me gustó mucho, la trama es fantástica, mezcla la ficción de la historia imposible de un matriarcado asentado sobre el negocio del sexo con la historia un poco más “normal” y “cotidiana” pero no por ello sosa o aburrida de la vida del protagonista, desde que es secuestrado por su madre, arrancado del falansterio y criado como un hijo normal, de una familia normal en un suburbio de Argel, en la calle Darwin, precisamente.
La infancia del protagonista transcurre en un falansterio donde su abuela manda sobre todo lo que se mueva y respire con mano de hierro y una crueldad insuperable; la abuela gestiona el prostíbulo y vive rodeada de sirvientes y de una chiquillería imposible, fruto del margen de error de los rocambolescos anticonceptivos de la época.
El protagonista tiene una infancia feliz, incluso una vez secuestrado por su madre, se escapa y vuelve al falansterio y aún ya en la madurez sigue buscando pruebas de que esa vida de telenovela realmente existió. Cuando viaja a Francia va encontrando una a una pruebas irrefutables de que fue así, poco a poco va conociendo los detalles de las vidas de cuento que sus compañeros de falansterio vivieron y viven y creo que en su corazón va creciendo inexorablemente un sentimiento mezcla de tristeza y envidia porque su propia vida ha transcurrido en cambio al cuidado de su anciana madre y en un trabajo insípido del que habla más bien poco.
Se trata de un personaje complejo al que desde mi punto de vista le falta algo de chispa, algo de energía y movimiento. Todos sus hermanos, sin excepción, son personas tremendamente exitosas en sus campos, viven repartidos por el mundo y cada uno es extraordinario a su manera; sus compañeros de falansterio –entre los cuales sin duda se cuenta también alguno que otro hermano- tampoco se quedan atrás, la genial Faïsa reina sobre un imperio de millones de Euros mientras que los demás trabajan para ella o con ella o aún habiendo andado un camino diferente, tienen mucho que contar, al contrario del protagonista que aparte de esa infancia de fantasía, deja que la vida pase por sus huesos sin rozarlo ni de lado.
A lo mejor por eso le he puesto un 8, porque me hubiera gustado que aunque sea en la vejez, tras conocer los detalles de las vidas de sus hermanos de la Rue Darwin y de sus hermanos del falansterio, comprendiera que todo es posible si uno se lo propone, me hubiera gustado que se liara la manta a la cabeza y saliera de su letargo hacia horizontes lejanos en busca de una historia que valiera la pena contar.
Por cierto! La definición de la RAE de “falansterio”:
(Del fr. phalanstère).
1. m. Comunidad autónoma de producción y consumo, en el sistema de Fourier, socialista utópico francés de principios del siglo XIX.
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