Llevo una racha estupenda
de libros! Ya te contaré más.
“Irse de casa”
fue el primero de esta racha maravillosa que me ha hecho olvidar el mal sabor
de boca dejado por “The wind from the south”.
Irse de casa es
un libro humano, humanísimo; cuenta la historia de varias mujeres, que son la
misma mujer, a lo largo de su vida. La
historia se desenvuelve en dos espacios muy diferentes, demasiado diferentes: Mahattan
y un pueblo chico de España, y la protagonista, a pesar de haber nacido en ese
pueblo chico y de haber pasado su niñez y adolescencia allí, nunca fue una
chica de pueblo, en el sentido de la expresión inglesa she was never a small town girl, lo que significa simple y
llanamente que era una chica de altos vuelos, que tenía ambiciones, vamos!
Lo cierto es que
el libro no deja de sorprender ni por un minuto; escrito con elegancia y sencillez
narra un sinfín de historias entrelazadas que juntas constituyen la vida de
Amparo, nuestra protagonista de altos vuelos.
Lo que más me
gustó del libro es que Amparo es una persona normal, con una vida normal, que
no ha hecho nada más extraordinario que hacer las Américas y buscarse la vida
en Estados Unidos, como un montón de gente más, sin embargo, su historia, tan
simple en resumidas cuentas, se complica y se adorna en virtud de lo que ella
piensa sobre sí misma, de las vueltas que da su propio pensamiento acerca de lo
que fue, de lo que pudo ser y de lo que ella piensa que los demás piensan.
Les pasa a todos
los personajes de este libro maravilloso, sus cabezas parecen monos-locos, pensando y enredando sin parar,
haciendo de vidas normales, historias dignas de ser contadas.
Por si faltara
algo, la imagen del pueblo chico español es tan fiel que cualquier que lea este
libro podría ponerles nombres y apellidos a los personajes, no digo más.
Bueno, sí, que
merece la pena leerlo!
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